PÁGINAS

domingo, 21 de julho de 2013

DEVANEIO

Las margaritas se dibujan a sí mismas a los costados del camino. Completo y definido, el tejado recibe un baño intenso de una luzmeridiana. Hay polen invisible. Hay aves que se ocultan. Hay pecesque, nadando, conocen el final del agua, el fondo de la mano inmensaque hace un cuenco y le ofrece agua a la sed infinita de la tierra. Haycalor y montañas. Más lejos hay pinares, y después todo —o nada— azul. Más allá hay una mesa y otra mano, más grande y más pequeña, rozando con los dedos el paisaje. Hay una pared blanca yuna bombilla débil que parece la horca de una cabeza iluminada. Hay una silla, un hombre insomne, un salón en silencio. Y al fin, revoloteando, hay el espectro rojo de una figura hermosa, obsesionante en camisón, los senos atenuados de piña de pinares, firmes, aromáticos, un frío espectro que se mantiene a flote detrás dela ventana y que contempla con transparentes ojos de pez alucinadolas espaldas del hombre, sentado y trabajando, solo junto a la mesa.

Andrés Neuman – Bariloche. pg. 83
(Lucimar Simon)

domingo, 14 de julho de 2013

EM UNA CAMA

Ella lo besaba suavemente, apenas aspirando y desordenando luego la lenta procesión del humo con una exhalación de huracán gris. Estaban desnudos. Sobre la cama, contemplando la porción de techo iluminada por por el velador, no se miraban. Tampoco se oía una palabra. Respiraban con la calma del humo. De la habitación sólo se podía entrever una silla al costado de la cama, con la ropa doblada en respaldo, y al fondo unas cortinas sin estampado, encendidas por el resplandor anémico que venía de la calle.

Andrés Neuman – Bariloche. Pg 71.


(Lucimar Simon)

domingo, 7 de julho de 2013

AINDA SAUDADES

Ainda me aconchego sobre aqueles lençóis. Aqueles lençóis que fizemos amor. Ainda olho o porta-retratos. Aquele que está com a nossa melhor foto. Ainda durmo de ladinho buscando seu cheiro. Aquele que exalava de seu corpo após fazermos amor. Ainda busco uma verdade. Aquela que encontrava em seus olhos quando a fitava. Ainda acordo procurando uma mulher na cama. Aquela que prometi em diversos delírios o melhor de meu amor. Ainda... Ainda... SAUDADES.

(Lucimar Simon)